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Roberto L. Ferrer Serrano

Vincular poder político y redes sociales podría tratase de una contradicción, pero también de un vaticinio. Las redes sociales en un futuro más o menos lejano podrían ejercer el poder y llegar a convertirse en estados. Es cierto que se trata de un futurible, pero tampoco se trata de una cuestión que pueda descartarse fácilmente. Hoy por hoy, las redes sociales han conseguido un poder político sin precedentes y son uno de los instrumentos estrella en las campañas electorales.

En una situación en la que la mayor parte de los países de nuestro entorno han dictado distintas leyes que utilizan Internet para acercar la Administración a los ciudadanos, cuando no a proclamar el derecho de estos a utilizarla, se ha señalado ya el camino para que la acción política pueda ejercitarse de la misma forma.

Las Redes Sociales por otra parte son buenas herramientas para que sus miembros participen en cualquier cosa, y por tanto también para la participación política. El paso de expresar meras opiniones, a que sus miembros exijan que los gobernantes actúen en función de las opiniones expresad, seguramente es más pequeño de lo que podría pensarse.

Si a lo expuesto añadimos el desencanto –por decir algo suave- que tienen los ciudadanos con los dirigentes políticos, especialmente con los partidos políticos, tenemos todos los ingredientes para que las Redes Sociales sean una herramienta ideal para ejercer el poder desde su mismo seno.

Resulta difícil predecir y mucho más construir un futuro en el que algunas Redes Sociales se hayan transformado en Estados Soberanos pero si queremos ser coherentes con la existencia de la posibilidad misma con que planteamos estas líneas, podemos iniciar un ejercicio de imaginación para plantear un futuro en el que el día a día se viviese dentro de esta realidad.

Es por ello que hemos querido realizar una aportación a este tema bajo el título de “Libertad Global” en el que se inicia una serie de relatos en el que se plantean algunas situaciones que podrían vivirse en una sociedad regida a través de las Redes Sociales.

Para que todo el mundo pueda seguir esta iniciativa se han abierto grupos en Facebook denominados “Libertad Global” (español) y “Global Freedom” (inglés) en el que cualquier persona podrá seguir los relatos y plantear cuestiones de interés general al hilo de las cuestiones planteadas.

Nuestra sociedad avanza inexorablemente en el desarrollo de la tecnología, sea cual sea el bueno o mal uso que se haga de la misma, y los más jóvenes planean sus vidas a través de los contactos que mantienen en las Redes a las que se encuentran conectados.

No debe olvidarse que si tenemos que imaginar la vida en un futuro próximo, por ejemplo el próximo siglo, no debemos olvidar que se desarrollará en un marco de desarrollo de las comunicaciones a nivel global y que esto necesariamente propiciará un desarrollo social basado en redes sociales que agruparan a millones de personas que permanecerán conectadas entre sí y que podrán llevar a cabo así muchas de las cosas más simples y cotidianas en sus vidas. Estas son generalmente, además, las que importan.

El poder social alcanzado conllevará una nueva forma de entender la sociedad en la que será difícil comprender que los estados se fundamenten solamente en un poder territorial que se ejercite verticalmente hacía unos ciudadanos que solamente puedan participar en las decisiones, solamente cada cierto tiempo. El desarrollo tecnológico posibilitará así una democracia basada en el conocimiento y no solamente en un sistema de consultas caduco en el que la gente -ya hoy- ha dejado de creer.

El hecho de que los ciudadanos se agrupen en función de sus ideales y de sus aspiraciones económicas, sociales, etc. en lugar de la mera adscripción accidental a un determinado territorio puede presentar importantes ventajas desde el punto de vista de la cohesión social y la sustitución de esta forma de organización en detrimento de estados territoriales puede ser solamente una cuestión de tiempo.